miércoles, 2 de abril de 2008

Te echaré de menos hoy

Pese a que hoy no tenga (tantos) deseos 'de huir' el día antes de mi cumpleaños a un hogar acogedor sito 220 km de aquí, intuyo que mañana te echaré de menos.

La treintena, ese estado


Según me voy adentrando en la treintena, me voy dando cuenta del filón que este grupo de edad ha supuesto para guionistas y escritores.

Si la adolescencia es una especie de preparación para la vida adulta, la treintena implica generalmente una sensación de indefinición que algunos viven como una segunda adolescencia y otros, como la última oportunidad antes de dejar de pertenecer a ese estatus que es 'la juventud'. Esto último puede ser tanto un pensamiento ocasional –que surge como un escalofrío en amigas de 30 y tantos felizmente casadas y con dos hijos (“Veo Anatomía de Grey y pienso: qué bien os lo montáis los solteros”)–, como algo fijo que se implanta en el subconsciente de ellas y ellos, y provoca la ruptura de parejas de años, ante el miedo, casi nunca reconocido, a perderse algo mejor fuera. Desde ese momento, tanto unos como otros, tras un pequeño duelo, se suelen apuntar a ese carro de segunda adolescencia, sin saber qué buscan ni qué hallarán en el camino.

Yo, por hoy, busco horas para recuperar el sueño perdido el fin de semana y música que me ayude a sobrellevar la agotadora mañana salpicada de agujetas. A corto plazo, tiempo para seguir leyendo la estupenda novela que compré antes de Semana Santa, Ella, tan amada, y para disfrutar otro capítulo de la serie Carnivale (sólo la puedo ver en el dvd del salón, y por ahora, a Ana no le gusta). Y a medio, la forma de combinar trabajo con tres apetecibles viajes: fin de semana largo en Berlín; feria de Córdoba y visita a San Sebastián.

Ah, y comprar un maravilloso bolso en Piamonte como autoregalo de 32. ¿Por qué resignarse a tener 'uno menos' ? ;)

www.hbo.com/carnivale