viernes, 15 de febrero de 2008

De paseo por IFEMA


Cibeles regresa a IFEMA y se pierde el encanto de ver hundirse entre la grava del Retiro los tacones desproporcionados de algunas atrevidas espectadoras. Y el encanto del Retiro en sí, por supuesto...
Coinciden ARCO, Casa Pasarela y Cibeles, y las fashionistas se mezclan con los profesionales de la decoración y los coleccionistas de arte moderno. Las botas negras de caña alta y el 'total look' en los estilismos femeninos unifican a las asistentes a todos los pabellones.

Mientras algunas dudamos, por cuestiones de presupuesto, entre escoger el abrigo negro de Kina Fernández (foto) o el de Carmen March, otros no pestañean a la hora de decidir que se llevan 'puesta' esa foto de un artista emergente, a medio millón de las antiguas pesetas.

ARCO rebosa vida, gente, dinero y desorganización... Los dos pabellones creados para la ocasión, 12 y 14 se ubican detrás de los pares, a la altura del 4 y del 6, y acceder a ellos desde la entrada principal es toda una odisea. Por no hablar de las acreditaciones de prensa... pero los estrenos es lo que tienen.

martes, 12 de febrero de 2008

Pleasures compartidos




Mis madre viene a Madrid (mi padre también, pero de reuniones), y vivimos un día de lo más hedonista. Y todo, sin estar programado: pasamos cuatro horas viendo la exposición de Picasso en el Reina Sofía (www.museoreinasofia.es), comemos en un hindú y pasamos la tarde en los sofás del Me by Meliá (www.museoreinasofia.es).
La mejor manera de disfrutar de la exposición es alquilando un audioguía: a veces explica puntos de un cuadro en los que nunca te fijarías, contextualiza las obras, las compara, incluso te invita a que seas tú quién descubra trazos y significados con sólo unas pistas… Conviene hacer un descanso y no ver de golpe las cuatro salas. Y la cafetería de la parte nueva, en el exterior, es un buena opción.

Embriagadas de Picasso, y sonriendo al acordarnos de algunas de las últimas esculturas (como 'Carrito de bebé'), llegamos hasta el edificio de CaixaForum, donde ultimaban los preparativos para la inauguración. Decidimos recorrer todo el perímetro de la manzana que ocupa, pero a mitad de trayecto nos llama la atención un restaurante hindú y entramos a comer. ¡Y resulta que a mi madre le apasiona el pollo al curry y el arroz basmati!

Para rematar la jornada, hacemos el intento de tomar café en el Penthouse del hotel Me by Meliá, pero, pese al sol de enero, no está abierto el servicio de terraza. Nos 'conformamos' con volver a disfrutar de las maravillosas vistas que hay desde esa azotea('Madrid bajo el sol invernal de media tarde', podría titularse la estampa), bajamos a aposentarnos en los sofás de la cafetería.
Sirven café de Nespresso, recién 'exprimido' en la correspondiente cafetera, y al mencionar el camarero las cápsulas de colores, me acuerdo de un artículo leído recientemente sobre la tienda en Madrid de la marca (webelieveinbeauty.blogspot.com)
Al día siguiente, alguien comenta que nunca hubiera podido pensar que 'hedonista' y 'madre' fueran términos afines. Y yo sonrío pensando que lo mejor para rematar la jornada hubiera sido un masaje o una visita a los baños árabes.

Picasso, el hombre


Picasso no fue hombre de una sola mujer. Y no tuvo pudor ninguno en solaparla y en demostrar al mundo que lo hacía.
Como ejemplo, estos dos retratos de Retrato de Marie-Thérèse (1937), esposa, y Retrato de Dora Maar (1937), amante, en la misma postura.