Picasso no fue hombre de una sola mujer. Y no tuvo pudor ninguno en solaparla y en demostrar al mundo que lo hacía.
Como ejemplo, estos dos retratos de Retrato de Marie-Thérèse (1937), esposa, y Retrato de Dora Maar (1937), amante, en la misma postura.
martes, 12 de febrero de 2008
Picasso, el hombre
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario