martes, 27 de noviembre de 2007

Amazonas y modelos 1- Conferencia de Carmen Iglesias


Desde hace unas semanas acudo a las conferencias del curso 'Amazonas y modelos' (www.mapfre.com/fundacion/es/cursos-de-formacion/cultura/cursos/programa-ausxx.shtml) que se imparten en la Fundación Mapfre.
Un título curioso bajo el que se presenta un programa que se puede resumir en una idea: “la mujer vista a lo largo de la historia según diferentes disciplinas: el cine, la literatura, la ciencia..."

COMIENZO PROMETEDOR
El ciclo comenzó con mucha fuerza, con la intervención de Carmen Iglesias, académica de la lengua y la historia, entre otros muchos cargos, que nos encandiló durante hora y media con sus apuntes sobre la consideración que de las féminas se ha tenido a lo largo de los siglos.
Oradora excepcional, Carmen supo adaptar su discurso a un auditorio heterogéneo en conocimiento y edades, lego en ciertas materias, 'disfrazando' de anécdotas y chascarrillos pasajes de la historia, añadiendo referencias bibliográficas, cinematográficas... Fuimos muchos –aunque pocos, acuden hombres– quienes disfrutamos escuchándola; yo tomé apuntes frenéticamente, como en mis mejores tiempos universitarios, tratando de hacer legible mi letra...
Carmen nos contó, por ejemplo, quienes eran 'las cervantas' y cómo con sus contribuciones económicas, obtenidas a través de ciertas argucias del Derecho, pagaron la indemnización para sacar a Miguel de Cervantes, y a su hermano de la cárcel; nos explicó que la libertad de las mujeres en la Edad Media era avanzadísima, y que se vio truncada en el Renacimiento; que las mujeres en la Inglaterra victoriana no podían ser actrices (ver 'Shakespeare in love') y que el grado de independencia, formación y presencia en cargos de responsabilidad de las españolas hasta 1936 era tan avanzado como el de ahora... hasta que se vio truncado por el franquismo
Me quedo con una idea: el grado de evolución de una sociedad se mide en el grado de libertad de sus mujeres

El auditorio le agradeció su intervención con un más que merecido aplauso y ganas de poder conversar con ella.

Una sugerencia para la próxima edición: media hora de coloquio con el ponente; el turno de preguntas resulta escaso.

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