sábado, 12 de julio de 2008


“Tengo que hacerme los pies; vayamos antes de los cócteles y pasamos una tarde Sex and the city".
Ok, ¿por qué no?. Lo que es necesario, es necesario, e ir una semana a la Riviera Maya con pulserita 'todo incluido' no me compensa tanto como estos pequeños placeres cotidianos.

Le soy infiel a Mónica por primera vez en años y me adentro en Alicie in Wonderland.
Confío mis pies a Rebeca, que da forma con mimo a mis uñas, masaje con destreza, y alaba sorprendida la ausencia de durezas, y disfruto del entorno vintage tan de moda en los locales de Madrid.

Llega M, y -¡oh, la, la!-, conoce a la dueña, porque ambas trabajaron años atrás en la misma agencia.
Aprovecho para soltar mi arsenal de preguntas, porque, qué narices, soy periodista, algo cotilla, y siempre me ha fascinado lo de la iniciativa para montar negocios.
Carolina nos acaba haciendo 'precio de clientas', aceptando nuestra propuesta de crear un grupo en Facebook ‘I love Alice in wonderland’, y no se viene de cócteles porque no insistimos.

De camino al de Diego , paramos en el Mercado de la Reina , y los consejos sobre el vino tardan en llegar, pero la tortilla merece la pena y el camarero, que se queda con mi nombre, nos recomienda queso con cebolla confitada. Espectacular.
Empieza el turno de confesiones, y uno de esos momentos en los que te sientes a gusto. Con todo: contigo, con la conversación, con quien estás y con quien responde al sms.
Ni Carrie ni leches, dos tipas de 32 poniendo positivos a sus respectivas vidas después de casi un año de incertidumbre. ¿Tipos guapos al acecho? Ni nos fijamos.


El de Diego me sorprende porque esperaba más, pero a la vez es acogedor.
María Barranco con amigos, cócteles estupendos, música a nivel adecuado para charlar, y de repente, una aparición: Nacho Vegas solo, colocado y perdido.
El hombre que casi conoció a Michi Panero sorprende por su lamentable estado, y en medio de la conversación surgen sentencias de sus canciones.

No aparecen la Rosenvinge ni Bunbury para copear con el gijonés.
Posa su mirada en nuestra mesa, pero no se acerca.
Desaparece cuando el bar se llena, y pedimos el tercer coctel.
María Barranco despliega exaltación de la amistad tarjeta en mano, y nosotras brindamos por la vida.
Nos retiramos a tiempo. Felices y borrachas.

Y para rematar,al llegar a casa,me encuentro en mi correo dos canciones maravillosas.(Gracias, G.)

2 comentarios:

LE BLOG dijo...

Ey tú, ladronzuela!!! Qué bonito dibujoooo! Entraré de vez en cuando. Aunque estoy últimamente muy pasota en cuanto a blogs se refiere, empezando por el mío!!!

Anónimo dijo...

MEA CULPA, MEA CULPA. Tuve intención de ponerle el crédito pero se me pasó (qué sería de los periodistas sin la fe de erratas).

ESCASOS SEGUIDORES DE ESTE BLOG: el dibujo fue robado de la web http://liviadeluxe.blogspot.com
Un dibujo de la autora del mismo, y una cita. Visual y siempre interesante.

GRACIAS, LIVI!
(y sí, nena, ya veo q estás pasota con tu blog. Piensa en ese paisaje de Zahara, y seguro q no tarda en llegarte la inspiración)

María